El nuevo iPhone probablemente no genere colas en la Flagship de Telefónica de la Gran Vía madrileña. Esta vez viene sin exclusiva, y ya hemos podido verlos con tarjetas de Movistar, Vodafone y Orange.
Sin embargo, y a pesar de la ausencia de colas, es el mejor iPhone que ha hecho Apple. ¿Y el problema de la antena? Yo no voy a ser más papista que el Papa, claro, y la atenuación de la señal se puede comprobar (aunque no es tan automática y necesita de cierta 'complicidad' de la cobertura en la zona), pero en el tiempo que he utilizado el teléfono -poco, pero intenso- no he percibido el problema. Y, ojo, manejo siempre el móvil con la mano izquierda, así que, en principio, era de los que iban a padecer el "Antennagate".
Retina
Una vez superado el miedo a quedarme sin poder hablar por coger el teléfono con la mano izquierda y, precisamente, por la parte inferior, el iPhone 4 es todo un ejercicio de mejoras.
El nuevo sistema operativo, por fin, multitarea, corre que se las pela con el procesador A4, y la pantalla es de una nitidez sorprendente. Es cierto que si uno la ve sin comparar, puede pasar desapercibida, pero su enorme densidad de puntos se puede apreciar en juegos, fotografías y vídeos. Son 960 x 640 puntos en una pantalla que mantiene las virtudes de las anteriores multitouch. Si la pantalla del iPhone 3GS se veía bien, ésta, llamada Retina, tiene una densidad cuatro veces mayor.
Cámara
Hablando de fotografías y vídeo, se han mejorado notablemente. Y no sólo por la calidad del chip, que ahora es de cinco megapíxeles, sino por el acompañamiento de un sensor que permite adecuar las variables de la toma a las características de la zona que queremos enfocar (claro, el enfoque se hace también con el dedo).
Esas virtudes de enfocar una zona con el dedo se aplican también al vídeo, ahora en calidad HD (720 p), editable en el propio móvil con la aplicación nativa de vídeo o con iMovie (se podrá comprar en App Store por unos cinco euros y compensa).
Videoconferencia
Curiosamente, la gran aplicación de la que presume Apple durante las presentaciones del iPhone 4 es la videoconferencia, un concepto del que llevamos oyendo años en el mundo de la telefonía.
Convertida en FaceTime, su gran virtud es que su uso es extremadamente sencillo. Sólo hay que pulsar un botón en el momento en el que se realiza una conversación convencional e incluso figura como opción directa en los contactos. Como ventaja añadida, permite alternar entre las dos cámaras de forma que muestra la cara del interlocutor o lo que éste tiene a su alrededor.
Batería
Para los amantes del rendimiento, las mejoras añadidas en la pantalla (no sólo densidad, sino calidad del color y ángulo de visión), giroscopio de tres ejes en lugar de dos como el anterior, cámara de vídeo en alta definición, la multitarea... no merman la duración de la batería. Al contrario, el nuevo iPhone resiste siete horas de conversación en redes 3G (14 en 2G), diez horas navegando en redes WiFi, 40 horas reproduciendo música...
Estética
Casi se me olvidaba hablar de la estética. Seré breve: otra vez es notable; mejor, sobresaliente. Frontal y parte trasera son dos superficies de un cristal tratado para ser 40 veces más resistente que el plástico. La sensación al tacto es muy agradable. Así, ¿quién va a utilizar los 'bumper case', esas fundas para evitar tocar la zona sensible de la antena? Yo, por lo menos, no.
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