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lunes, 7 de febrero de 2011

El proyecto Alix, Telefónica y la fibra.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, expuso la semana pasad en el Club Prensa Canaria, en Gran Canaria, su gran proyecto, el que considera la obra más importante de su carrera política y su máxima aportación al desarrollo de Canarias.


Se trata del ´proyecto Alix´, que pretende convertir a Tenerife en el punto de acceso principal de la red global de Telecomunicaciones entre Canarias, África, Europa y América Latina.


– ¿Qué es el proyecto Alix y para qué sirve?– El proyecto Alix nos va a facilitar el acceso a las redes de comunicación e informática y va a convertir Tenerife en un centro de comunicaciones entre Europa, África y América Latina.


Hoy en día, la tecnología de la información y el conocimiento es absolutamente vital. Si no damos un paso adelante, perdemos competitividad. En el mundo globalizado en el que vivimos, si pierdes competitividad, pierdes oportunidades. Hemos aprendido del siglo XX que para no perder lo conseguido hay que trabajar, estar vigilantes. Y fruto de esa vigilancia, vimos que era necesario incorporarnos al mundo de las comunicaciones y crear nuestro NAP.


– Explique qué significa tener un NAP.– Un NAP es un punto neutro de acceso de telecomunicaciones. En un territorio insular hacen falta infraestructuras básicas, como puertos y aeropuertos. El NAP entra dentro de esta categoría, en este caso para facilitar las comunicaciones. Hace 500 años, Tenerife se desarrolló porque teníamos un puerto estratégicamente situado entre Europa, África y América. Después vino el aeropuerto, que también es un punto neutro, una infraestructura pública de acceso a todas las compañías aéreas.


– ¿Está hablando de ofrecer a las empresas una plataforma de acceso a las comunicaciones? ¿No es eso lo que hacen ya las compañías de telefonía? – Nos hacía falta una infraestructura para que se produjera el intercambio necesario de información sin que ninguna operadora de telefonía tuviera el monopolio. De esta manera, además, la información pasará a viajar a la velocidad de la luz. En décimas de segundo, podemos intercambiar información entre Canarias y Nueva York sin depender de ninguna compañía de telefonía en cocotero. En las Islas había un monopolio de Telefónica, y eso ha supuesto un sobrecoste de decenas de miles de millones de euros de sobre coste para los ciudadanos canarios y ninguno de los dos partidos que han gobernado en este país ha tenido la consideración de romper el monopolio.


– ¿Por qué surge todo esto?– En 2005 tuvimos acceso a un informe de la UE, que confirmaba que las islas europeas perdían año tras año competitividad con respecto al territorio continental porque tenían muy mala conectividad. El problema principal es que no teníamos un punto neutro de información, una infraestructura sin la que es muy difícil avanzar y que nos hacía perder competitividad. Esto nos alarmó y decidimos tomar todas las medidas necesarias.


– ¿Y qué hicieron?– Primero nos fuimos a Bruselas, les explicamos nuestro proyecto para recuperar la competitividad. En principio, nos trataron como si no fuéramos capaces y nos dijeron que si lo hacíamos nos adelantaríamos 20 años al resto de los territorios insulares europeos. Después, visitamos al líder mundial de puntos de acceso neutro en Miami y le pareció interesante nuestro proyecto para crear un nodo de acceso a África Occidental, donde no había absolutamente nada.


– ¿Fue entonces cuando le presentaron el proyecto a Clinton?– No, en julio de 2006, nos visitó Bill Clinton y se quedó entusiasmado con la idea. Me prometió que hablaría de Tenerife fuese donde fuese. Así ha sido y le doy las gracias por ello. Él se encargó de poner a Canarias ante distintos jefes de Estado a Canarias como ejemplo de lugar donde se iba a trabajar para que los territorios de extrema pobreza del mundo se pudieran desarrollar. Más tarde, la presidenta de Liberia me pidió que por favor nos acordáramos de ellos cuando trazaran el cable submarino de fibra óptica, porque es la única oportunidad de desarrollo que tienen.


-¿Tiene el respaldo de Clinton, pero qué ha pasado en España?– Se lo planteamos a otros operadores, a los Gobiernos central y canario y a algunos cabildos y les sonaba a chino. Así que decidimos tirarnos solos a la piscina y nos metimos de lleno en el proyecto en 2006. Creamos un equipo de cinco personas y nos metimos en un mundo muy complejo, un auténtico oligopolio. Solo hay dos empresas en el mundo que construyen cables de fibra óptica y también solo dos trazadoras de cable. El siguiente paso fue constituir varias empresas.


– ¿En qué estado se encuentra ahora el proyecto Alix?– Se han formado varios consorcios para trazar los cables submarinos de fibra óptica. El Nap para Canarias y Europa estará listo en la segunda quincena de marzo, aunque todo el sistema de comunicaciones con África y América no lo tendremos hasta dentro de un año. Esto permitirá una capacidad de más de 80 millones de conversaciones telefónicas simultáneas y 800.000 conexiones por segundo. Esto nos va a permitir independizaremos de Telefónica totalmente, aunque ahora hemos llegado al acuerdo de que si se estropea el cable nuestro o el de ellos, nos ayudaremos mutuamente.


– ¿Cómo va a notar el ciudadano todo esto en su casa?– Esto permitirá que a la Isla accedan muchos operadores que ahora no pueden llegar para romper el monopolio en las telecomunicaciones. Tendrá más calidad en las comunicaciones a partir de marzo, más cantidad, más diversidad y mejores precios. Nos convertiremos en la referencia tecnológica de Canarias, África y América Latina.


– ¿Qué significa para usted haber hecho esto posible?– No se puede ni imaginar lo orgulloso que me siento. El principal motivo por el que he vuelto a presentarme a las elecciones es el miedo a que salga elegida otra persona y no lo entienda y el proyecto que estamos desarrollando para acabar con el monopolio de Telefónica no salga adelante. Ha sido una lucha constante de un David, que es el Cabildo, contra un Goliat inmenso. Para mí este proyecto es igual de estratégico que cuando se construyó el dique sur para el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Este es el proyecto más importante para Tenerife de los últimos decenios, incluso más importante que el tranvía y el tren.


– ¿Y cuánto nos costará?– El proyecto cuesta 115 millones de euros, aunque realmente el Cabildo solo pagará una pequeña parte.– ¿Entonces, con este proyecto piensa cerrar su vida política?– Sí. Serán mis últimos cuatro años. Ya se puede caer el mundo, que no me vuelvo a presentar. Solo se vive una vez.


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