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miércoles, 16 de febrero de 2011

Alierta y Google entierran el hacha de guerra y preparan un armisticio

La relación entre las operadoras y los proveedores de contenidos, como Google o Apple, puede estar a punto de cambiar. El presidente de Telefónica se mostró ayer confiado en que este mismo año pueda haber un pacto entre todos para compartir las multimillonarias inversiones que se avecinan. Y parece que Google está de acuerdo.
En el estrado estaban representados más de 2.000 millones de clientes; casi un tercio de la población mundial. ¿Sus portavoces? Los máximos ejecutivos de las cinco mayores operadoras del mundo. Y nunca se vio tanta unanimidad. Como si fuera una sola voz, los responsables de China Mobile, AT&T, Vodafone, América Móvil y Telefónica reclamaron desde el Mobile World Congress de Barcelona el final de las barreras regulatorias que discriminan a las empresas de telecos frente al resto de los actores digitales, la creación de un sistema abierto y el reparto de los costes de la red, únicas medidas, a su juicio, capaces de disparar la demanda de servicios innovadores y aplicaciones que requiere el nuevo mundo digital.

Lo hicieron desde su propia experiencia. "Las operadoras fuimos las primeras en idear sistemas cerrados y exclusivos para nuestros usuarios y todos fracasaron", señaló Vittorio Colao, primer ejecutivo de Vodafone. No lo dijo expresamente, pero dejó claro que eso es lo que intentan hacer ahora empresas como Google y Apple. Por eso, son tan importantes las iniciativas que han conseguido la unión de las operadoras para que el acceso a los servicios y a las aplicaciones sea global a todos los clientes, remarcó.

No hubo un ataque directo a los gigantes de internet, a los proveedores de contenidos, aunque las operadoras les dispararon desde dos flancos. El primero fueron sus sistemas cerrados, que dejan a las telecos como meros gestores de la red. El segundo, su responsabilidad en las inversiones en infraestructura.

César Alierta fue el más combativo en este punto, no en vano fue el que inició la lucha contra Google, Apple o Yahoo, con su reclamación de que participen en los costes de despliegue de red. Según las cifras que maneja la compañía de diversas casas de análisis, la explosión que se espera de los datos y las aplicaciones requerirá inversiones que pueden rondar los 230.00 millones en Europa hasta 2014, incluidos los desembolsos en fibra hasta el hogar y en redes móviles. "¿Y quién va a pagar estas inversiones?", se preguntó el presidente de Telefónica.

"Todos tienen que participar en los costes", se respondió, en un encuentro posterior con periodistas, en referencia a los proveedores de contenidos. Y la respuesta va a verse pronto. "2011 será un año muy importante. Al final, todos llegaremos a un acuerdo". El ejecutivo desveló que "hay conversaciones con todo el mundo y cada vez más" para encontrar un modelo que reparta los costes entre las operadoras y los proveedores de contenidos. Eso sí, no quiso adelantar cuál sería un posible reparto ni los términos del consenso.

Puesto que en Barcelona se dan cita los representantes más importantes de la industria de telecos e internet, también estaba allí el consejero delegado de Google, Eric Schmidt. Habló horas más tarde que Alierta y lo hizo para tenderle una mano. El ejecutivo reconoció que las operadoras han invertido muchos millones en hacer más rápidas las conexiones móviles y llevar la alta velocidad a las infraestructuras. No dijo que estuvieran dispuestos a compartir este coste, pero tampoco se negó y alabó, en cambio, el esfuerzo de las telecos.

Banda ancha celular
Schmidt también se puso de parte de las operadoras en la petición a los Gobiernos para que saquen al mercado más espectro de móvil, con el objetivo de impulsar la banda ancha celular.
En el fondo de la polémica está la división de papeles entre unas compañías y otras. En los últimos años, las operadoras sienten que han tenido que dedicarse a invertir cantidades millonarias en la red mientras los proveedores de contenidos les pisaban el terreno de los servicios de valor añadido. Ahora las telecos reclaman su participación en esta actividad y también que empresas como Google o Apple compartan los costes, porque sin la red no tendrían negocio.

En todo caso, las telecos insisten en que no es una confrontación. "No se trata de repartir el pastel, sino que ahora lo importante es hacer crecer la tarta". ¿La receta? Sistemas abiertos, interoperabilidad y cooperación, reclaman.

El arma secreta de las 'telecos' contra Apple
El nombre de guerra es Rich Communication Suite (RSC) y es la pócima secreta en la que muchas operadoras tienen depositadas sus esperanzas para competir con Apple y hacer que la compañía de la manzana adopte sistemas abiertos.

Se basa en la interoperabilidad a gran escala, ésa que ha permitido que los mensajes de texto de móvil se convirtieran en un fenómeno hace unos años, cuando se decidió que no tenía sentido que solo se pudieran enviar a clientes de la misma compañía y se abrió a todas las operadoras en todo el mundo.

Ahora el objetivo es la mensajería instantánea y el intercambio de archivos y vídeos. Vodafone, Telefónica, Deutsche Telekom, France Télécom y Telecom Italia son las operadoras impulsoras de este nuevo estándar RSC, que permitirá que todos sus clientes puedan acceder a esta aplicación y compartir estos servicios con solo pulsar un botón. El lanzamiento comercial será este año, cuando se desarrollen los terminales, y supone el salto de las telecos a los servicios de valor añadido. Y es un reto para Apple, que tendrá que decidir si adopta este estándar o priva del servicio a sus usuarios.

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