El carismático actor, director y productor Kevin Spacey inauguró las sesiones plenarias de FICOD con un agradable discurso sobre la importancia del arte y la cultura en la educación de los más jóvenes. Para ilustrar este mensaje, que ejemplificó en sí mismo, contó que, cuando tenía 13 años, Jack Lemon acudió a su escuela y le animó a convertirse en actor. Poco más de una década después compartieron escenario.
En lo que podríamos calificar como un “si Mahoma no va a la montaña…”, Spacey destacó que los hábitos de los jóvenes están cambiando y que consumen cine a través del ordenador y los dispositivos móviles, algo que los estudios de Hollywood aún no asumen.La presencia del doblemente oscarizado actor en este foro de tendencias en internet, además de como usuario confeso de Facebook y Twitter, estaba justificada como productor de la película The social Network, una idea que nació del libro The accidental billionaires, de Ben Mezrich, en el que se cuenta la historia de dos universitarios de Harvard que se hacen millonarios al crear la red social más famosa del mundo, Facebook.
Para Spacey, el film intenta transmitir al público la idea de que es bueno “estar abierto a las nuevas tecnologías y a las buenas historias”, y recordar que “existen nuevas vías para la producción y distribución del cine”.El protagonista de American Beauty destacó la importancia de las redes sociales en la llegada de Obama a la Casa Blanca o cómo pueden llenar o vaciar una sala de cine, y mencionó el caso de Bruno, de Sacha Baron Cohen. Asimismo, resaltó que todos tienen la posibilidad de convertirse en críticos, al tiempo que bromeaba sobre el hecho de que mientras él estaba hablando, los presentes estábamos ‘twitteando’ si lo hacía bien o mal.
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