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martes, 12 de abril de 2011

No sin mi marca

Las redes sociales están adquiriendo cada vez más importancia en la relación entre empresas y consumidores. Tanto que en ocasiones los movimientos de los usuarios logran paralizar las decisiones de las compañías. El viernes los consumidores de Cacaolat lograron colocar entre las palabras más usadas de la red social Twitter en España, los famosos Trending Toppic, el hastag #salvemelcacaolat y Cacaolat después de que se publicara una información sobre la posibilidad de que los famosos batidos dejaran de fabricarse y distribuirse por problemas con uno de sus acreedores, TetraPack. Incluso en algún momento del día, logró situarse entre los TT mundiales.

Los consumidores lograron que el propio director general de la empresa, Sebastian Masdeu, saliera al paso y asegurara que "bajo ningún concepto se ha dejado ni se va a dejar de suministrar a los supermercados el batido de Cacaolat".

Masdeu añadió que "llevamos cuatro generaciones alimentando las ilusiones de nuestros consumidores y nuestro objetivo es seguir haciéndolo". Curiosamente, las ilusiones y los recuerdos de los consumidores es lo que ha logrado remover la falsa desaparición de Cacaolat. Los 'tuiteros' compartieron durante horas sus recuerdos familiares con el famoso batido y sus preferencias entre éste y el batido de otras marcas.

Un debate que resulta todo un apoyo para las marcas, en un momento en el que la cuota de mercado de la marca blanca ha superado el 41% en alimentación, según datos de la consultora Nielsen. Y que coincide además con la presentación de varios concursos de acreedores en las empresas pertenecientes al Grupo Rumasa.

El caso Gap Sin duda el caso más conocido sobre la presión de los consumidores en las marcas es el de GAP. La empresa de moda estadounidense anunció a principios del pasado mes de octubre el cambio de logotipo.

¿Qué reacción tuvo en las redes sociales? En este caso fue la propia empresa la que a través de su página de Facebook solicitaba a sus seguidores opiniones sobre la nueva imagen. Y en vez de los ansiados 'Me gusta' la página de GAP recibió multitud de comentarios criticando el nuevo logo e incluso se llegó a crear una página web específica Crap Logo Me para criticar el nuevo diseño. Ocho días después del lanzamiento de la nueva imagen, la compañía reculaba y volvía a la anterior imagen. Marka Hansen, la presidenta de GAP Norteamérica, afirmó en un comunicado: "Para la marca Gap, nuestros clientes siempre están primero. Hemos estado escuchando y observando todos los comentarios esta pasada semana. Los hemos escuchado decir una y otra vez cuando les apasiona nuestro logo de la caja azul, y que lo quieren de regreso. Por eso hemos decidido hacer justamente eso, lo traeremos de vuelta a todos nuestros canales".

La hamburguesa McRib de McDonalds es otro de los ejemplos, aunque en este caso se tardó más en rectificar. El McRib era una hamburguesa comercializada en Estados Unidos y con grandes ventas que sin embargo desapareció de las cartas de la empresa de fast food durante algunos años. El clamor popular y un episodio de los Simpsos en el que uno de sus personas se vuelve adicto a una hamburguesa llamada 'Ribwich' han logrado que McDonalds vuelva a comercializar, solo en EE UU, este producto.

Ya en España, Mercadona anunció a mediados de 2009 que ponía bajo revisión más de 1.000 referencias de sus lineales al considerar que no eran rentables por su escasa rotación. Meses después, el gigante de la distribución nacional cambiaba el paso y reintroducía en sus supermercados 50 de esas referencias por ser reclamadas por los clientes


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