Los jóvenes de la llamada generación Y, nacidos entre 1980 y 1990, llevan en promedio 26,55 euros en el bolsillo, no tienen grandes diferencias entre hombres y mujeres en términos de actitud y utilizan de forma ininterrumpida el teléfono móvil, según un estudio realizado por WGSN.
Los jóvenes encuestados afirman en un 62% de los casos que su teléfono móvil sería la última pertenencia a la que renunciarían ya que a diferencia del ordenador, este terminal es asociado al tiempo del ocio y la diversión.
Este estudio ha revelado además que los centros comerciales han dejado de ser núcleos de socialización para dar paso a las redes sociales, una actividad que se lleva a cabo de forma simultánea con otras, ya que la realización de múltiples tareas la mismo tiempo es un signo identitario de este grupo social.
Con respecto a la publicidad en sus terminales, el 90% de los jóvenes la desaprueba, al igual que se produce con los banners, que suelen provocar una efecto contrario en la audiencia joven, que se siente contrariada y frustrada ante su aparición, lo que genera una reacción adversa al producto. Según los jóvenes, los anuncios televisivos son la forma más fácil de llegar a ellos, seguidos de las publicaciones impresas, que atraen por su plasticidad, ya que muchos afirman que el poder tocar una pieza ayuda a contemplarla.
marketingdirecto.com. 11 septiembre 09
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