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miércoles, 21 de octubre de 2009

Los innovadores generan cuatro veces más beneficios.

Desde que Jeff Howe acuñara el término crowdsourcing en 2006, en un artículo para la revista Wired, las empresas se han abierto cada vez más a utilizar los conocimientos de las masas para recoger ideas y solucionar problemas. Pero mucho antes de que este fenómeno saltara al mainstream, Mark Turrell, CEO y fundador de la consultaría de innovación Imaginatik, se empezó a dar cuenta del poder de la inteligencia colectiva como recurso para fomentar la innovación en las grandes empresas.

En 1994 creó su empresa y poco después ya estaba desarrollando programas informáticos que facilitaran esta labor. Hoy en día su producto estrella se llama Idea Central, un software que permite a empresas presentar una propuesta o hacer una pregunta a toda la plantilla e incluso pedir opiniones fuera de la organización. Cada empleado puede compartir sus ideas en forma de texto, vídeo, audio o links. Una vez recopilada todas las respuestas, el programa ayuda a organizar la información.

El resultado es un ecosistema que permite sacar a relucir ideas innovadoras que pueden ayudar a transformar un negocio. Turrell ha venido a España para participar en el evento Social Media in Healthcare and Wellness, organizado por Ideasagora, y aprovechamos para hablar con él.

La innovación es una palabra frecuentemente monopolizada por empresas que son todo menos eso. ¿Cómo se diferencian los verdaderos innovadores de los imitadores?
Para responder a esa pregunta creo que es importante tener una definición de calle sobre la innovación porque si no, esta palabra termina teniendo un significado diferente para cada uno. La innovación es el proceso de hacer nuevas cosas que crean valor. La innovación es un proceso sistemático para crear nuevas cosas. Hacer lo mismo que hiciste el año pasado no es innovación. Gran parte del marketing y el desarrollo de producto no es nada innovador. La mayoría de las marcas están haciendo las mismas cosas. Ahora en vez de tener un logo con un chimpancé, tienes uno de un mono. Tienes que aportar valor. Hay muchos estudios que muestran que los más innovadores generan cuatro veces más beneficios.

La innovación significa un nuevo modelo de negocio, un nuevo canal de distribución, nuevo packaging, nuevos rumbos en el mercado. Muchas empresas organizan mal su estrategia de innovación. Muchos intentan hacer algo nuevo y completamente disruptivo y se olvidan de la importancia de innovar en su competencia principal. El mundo gira alrededor de los números y los números que contamos son el dinero. Si tu objetivo es llegar a los 2.000 millones de dólares y sólo me has dado 5 millones, no vale para nada. Los mejores establecen un buen equilibrio entre la innovación en su negocio principal y los experimentos que realizan al margen.
En tu trabajo con empresas ¿cuáles son las carencias que más te han llamado la atención?
Hay un verdadero problema. Muchas compañías dicen que están siendo innovadoras cuando, en realidad, 7 de cada 10 cosas que hacen no funcionan. Pueden sacar provecho de esas 3 cosas que hacen más o menos bien durante un tiempo determinado pero no mucho más. Algunos de mis clientes están en su séptimo ciclo de innovación y hasta ésos pierden muchas oportunidades. Demasiadas empresas se miran el ombligo. Hacen creer que lo que están haciendo es una maravilla, se comparan con la media de la media para decir que están creando algo que está apenas por encima de la mediocridad. Y al mismo tiempo se autocomplacen diciendo: ‘Bueno, tampoco podemos ser tan buenos como Google porque ellos tienen mucho más dinero que nosotros’. La crisis ha puesto muchos de estos planteamientos en su sitio en un marco de un mercado sin piedad.
Muchos tienen una concepción totalmente equivocada de lo que significa esta palabra. Acabo de estar con una empresa muy importante y el CEO ha decidido que la innovación es el nuevo ADN de la compañía. Hablo en serio cuando digo que puedes ver los agujeros en la pared donde han cambiado los carteles que antes decían ‘Sala de tecnología’ y ahora dicen ‘Sala de innovación’, y eso es todo. ¡Menudo idiota!

¿Se puede ser una empresa muy grande y ser innovadora a la vez?
Por supuesto. En España algunos bancos son grandes y a la vez innovadores. Una compañía enorme puede estar estructurada de tal manera que sea innovación de la misma manera que una empresa pequeña puede ser muy rígida. A veces se intenta cambiar la cultura para ser más innovador. Eso es muy difícil. Te conviene mejor instaurar procesos que te ayuden a innovar y adaptarlos a la cultura ya existente en tu empresa. Si haces eso, tu cultura evolucionara por sí sola.

Aparte de los Apples de este mundo ¿qué empresas han entendido bien la innovación?
Whirlpool, por ejemplo, está en el negocio de los grandes electrodomésticos, un sector con poco glamour. Pero si miras lo que hacen, son pioneros en un sistema que permite definir los beneficios económicos que aporta la innovación. Son pioneros en compartir ideas entres sus más de 60.000 empleados para solucionar problemas. Esta gente ha conseguido realmente que funcionen estos procesos y eso se ha visto reflejado en sus resultados empresariales. No te dejes engañar por las listas que hacen alarde de las empresas más innovadoras. Son un concurso de popularidad que no refleja la realidad en absoluto.
Yorokobu.com 21 octubre 2009

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