Translate

martes, 16 de febrero de 2010

Neutralidad en la red y Publicidad

El debate, muy conocido fuera de España, especialmente en Estados Unidos, ha entrado de golpe en nuestro listado de polémicas sobre el futuro de internet. Y ha sido así por unas palabras de César Alierta, presidente de Telefónica, que han puesto sobre la mesa un hecho: el modelo por el que se está desarrollando la red no está ni mucho menos consolidado. Varias batallas subterráneas, pero de alcance global, se están dando en ella simultáneamente y es difícil prever como estará el panorama de aquí a diez años.
Por un lado, la red ha puesto en jaque a la industria del contenido, y las operadoras, que son las únicas que podrían estar interesadas en cortar esta sangría, parece que han decidido que primero van a dejar que esa industria y sus derechos caigan en sus manos como fruta madura. El antecesor de Alierta, tuvo una visión clara de que la tubería sin el contenido (neutralidad total) era un negocio limitado. Por eso compró Endemol a un precio desorbitado. Su visión era adecuada, pero el momento y los dineros no. Ahora la estrategia es sentarse y esperar (no mucho, pues la operadora de cable Comcast ha comprado la NBC a GE hace pocas semanas). La otra gran batalla es la de Google contra el resto del mundo. Los inagotables ingresos que la explotación publicitaria de su motor de búsqueda le están proporcionando le permite audaces maniobras para introducirse en servicios on line con el más brutal del dumping: la gratuidad.
En algunos casos ha fracasado (por ejemplo en la mediación publicitaria convencional, aunque puede volver a intentarlo) pero en otros ha arrasado (véase el mercado de la analítica web, los ad servers…) y en otros lo hará (geoposicionamiento, aplicaciones para móviles, software para dispositivos móviles)…No es de extrañar que haya cosechado enemigos. Y, entre ellos, destacan las operadoras con las que compite (Google Voice), pero a las que les proporciona una razón imprescindible para seguir universalizando la banda ancha (el interés de una cuota ADSL sería mucho menor si no existiera Google). Éstas, antaño atesoraban negocios saneados, como las páginas amarillas, que se han visto reducidos drásticamente y ven como ese pastel universal se va a las manos de esa recién llegada, por lo que no es extraño que se revuelvan contra su papel de mamporreros. Piensan que ellos tienen la sartén por el mango de la infraestructura.
Hasta que Google no compre a alguna de ellas, cosa no que no puede descartarse. Y por supuesto, Google también se les puede adelantar comprando a la baja a los proveedores de contenido. ¿Qué papel juega la publicidad en todo esto? Por el momento, el de pagano. Pero quizás sería bueno que alguien con visión comenzara a proyectar cuál de todos los modelos que pueden llegar a consolidarse en un futuro es el que más le interesa. Esta es una extraña fiesta en la que quienes ponen el local (operadoras) no se llevan nada y los que ponen la bebida (contenido), salen perdiendo.

No hay comentarios: