Un 31% de los usuarios de teléfonos móviles, o lo que es lo mismo, 73,3 millones de estadounidenses, tendrá un smartphone este año. Con la velocidad con la que crece la penetración de estos dispositivos, eMarketer estima que para 2015 se alcanzará el 43%. Y aunque el alcance de los smartphones está haciendo que las aplicaciones sean cada vez más populares, diversos estudios indican que realmente son populares entre los usuarios más aficionados a las nuevas tecnologías.
El 69% de los usuarios de smartphones en Estados Unidos se descargó una aplicación móvil antes del mes de octubre de 2010. Aunque las diferencias entre géneros y edades es todavía notable.
Según Ask.com y Harris Interactive, son el 74% de los hombres y el 62% de las mujeres los que descargaron aplicaciones en este período. Además, el grupo en que más usuarios habían descargado aplicaciones era el que comprendía a aquellos entre 35 y 44 (86%), seguido por los usuarios entre 18 y 24 años (85%).
Los ingresos también influyen a la hora de descargar aplicaciones, de la misma forma que tienen influencia en el uso de los smartphones en general. El grupo en el que más usuarios afirmaron haber descargado aplicaciones fue el que comprendía a aquellos con ingresos superiores a los 100.000 dólares (77%), seguidos por los que ganaban entre 75.000 y 100.000 (70%) y los que ingresan entre 15.000 y 35.000 (67%).
Estos datos indican que la adopción de las aplicaciones móviles sigue estando restringida a algunos grupos demográficos concretos, y todavía queda por hacer para que este tipo de servicios lleguen al consumo masivo. El interés de los jóvenes y los usuarios más habituales de los smartphones ayudará a aumentar la popularidad de las aplicaciones entre los anunciantes. Y a medida que los grupos con un uso menor se vayan adaptando a las nuevas tecnologías móviles, adoptarán también nuevos hábitos.
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