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lunes, 24 de agosto de 2009

El Gobierno frena un pacto industrial de Movistar, Vodafone y Orange














El lío de las frecuencias radioeléctricas de la telefonía móvil sigue sin solución en España.


El conflicto nace de la posibilidad de recalificar las frecuencias que se usan actualmente para el GSM para que puedan utilizarse también con la tecnología 3G, la que está soportando el crecimiento de la banda ancha móvil, el único segmento de las telecomunicaciones que continúa creciendo a buen ritmo y que tendrá un desarrollo explosivo en los próximos años.

Estas frecuencias, la joya de la corona, son las de la banda de 900 megahercios, las mejores que tienen actualmente los operadores, porque al tener mayor propagación y alcance permiten mejorar la cobertura con menos inversión.


Desequilibrios

Las bases del conflicto nacen de la disparidad de situaciones competitivas de los cuatro operadores con red propia (Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo) en la posesión de estas frecuencias.


Movistar, el más grande, con 23 millones de clientes, es el que dispone de más cantidad de frecuencias de 900 megahercios (16,5 megahercios), seguida de Vodafone, que con 16 millones de usuarios tiene de 12,5 Mhz. Orange, que controla 11 millones de abonados móviles tiene 6 megahercios, mientras que Yoigo, con apenas 1,2 millones de clientes, no tiene frecuencias en esta banda ya que todas las suyas están en la de 1.900 Mhz, mucho peor para facilitar la cobertura.

Como estas diferencias se reproducen en toda Europa (en general los operadores más antiguos son los que tienen más espectro de 900 Mhz) Bruselas acaba de aprobar una directiva que permite expresamente estos procesos de recalificación (refarming en inglés) pero advierte que no deben alterar el equilibrio competitivo en los mercados.

Aunque en España los cuatro operadores disponen de la misma cantidad de frecuencias para 3G (fruto del concurso adjudicado en 2004) si Movistar, Vodafone y Orange pudieran recalificar sus frecuencias de GSM estarían, por este orden, en mucha mejor situación que Yoigo.

Por eso el cuarto operador, filial del grupo sueco TeliaSonera, lleva ya varios años exigiendo que, como parte del proceso de recalificación, se aborde un nuevo reparto de espectro que le permita disponer de frecuencias de 900 Mhz (pide 5 megahercios, el 15% de las disponibles en estos momentos).


Orange también llora

Por su parte, Orange, filial del grupo francés France Télécom, también aspira a mejorar su situación y equiparse lo más posible a sus dos rivales, algo que sólo podría producirse si Movistar y Vodafone accediesen a ceder parte de sus frecuencias a sus rivales.

La moneda de cambio para que los dos gigantes traguen esa píldora, es, evidentemente, la autorización para poder usar con la nueva tecnología 3G las frecuencias que finalmente mantengan.

Ante esta situación, los tres grandes operadores lograron alcanzar un pacto sin precedentes en las comunicaciones españolas. Movistar y Vodafone accedieron a alquilar a Orange una parte de sus frecuencias de forma que el reparto pasara del esquema actual (16,5+12,5+6) a otro más equilibrado (15+10+10), en el que Movistar seguía teniendo más (15 Mhz) pero Vodafone y Orange se igualaban a 10 Mhz. Esta solución requería que se autorice el mercado secundario de espectro de forma que se puedan alquilar a otros las frecuencias por acuerdos privados entre las partes sin adjudicaciones oficiales ni concursos.

Además, ofrecían lo que Industria quiere: un ambicioso plan de extensión de la cobertura 3G al medio rural (para poblaciones de menos de 25.000 habitantes) para lo que estaban dispuestos a alcanzar otro revolucionario acuerdo de compartición de redes de radio (los actuales acuerdos Movistar-Vodafone y Orange-Vodafone no prevén compartir las frecuencias, sino sólo los emplazamientos) a tres bandas.

Pero Yoigo dijo no

El problema es que el acuerdo no contemplaba que Yoigo recibiese frecuencias 900, ni siquiera en alquiler, aunque al cuarto operador recibía compensaciones económicas. El tajante rechazo del cuarto operador, junto con algunas dudas sobre el posible carácter anticompetitivo del pacto obligaron al ministerio a vetar el plan, según fuentes de la Administración. Ahora, Industria debe intentar un consenso entre los cuatro, algo mucho más complicado.

Una posibilidad es que el Gobierno expropiase (es decir, por las malas) parte de las frecuencias de Movistar y Vodafone, hasta lograr un paquete de 5 Mhz, justo lo que quiere Yoigo. Pero jurídicamente es casi imposible asignárselo a dedo, y esas frecuencias deberían adjudicarse por concurso. En esta tesitura, las posibilidades de Yoigo de imponerse a sus rivales en el concurso son escasas.

En definitiva, el panorama de las frecuencias móviles en España está más enmarañado que nunca.
El lío del espectro

- Movistar, Vodafone y Orange han alcanzado un ambicioso acuerdo para un nuevo reparto de las frecuencias de 900 Mhz del GSM a cambio de poder usarlas para la tecnología 3G para dar Internet móvil.

- El pacto, histórico, proponía un plan de extensión de las redes 3G a las zonas rurales (ahora cubren el ochenta y cinco por ciento de la población) e incluía un acuerdo para compartir las redes de radio entre los tres.

- Industria veía con buenos ojos el acuerdo. Pero dejaba sin frecuencias de GSM a Yoigo, aunque le ofrecía compensaciones económicas. El rechazo tajante de Yoigo ha obligado al Gobierno a vetar el plan.

- Industria tiene ahora un problema de difícil solución, aunque sigue abogando por una solución de consenso entre los cuatro operadores.

expansion.com - 21-08-09 , por I. del Castillo

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