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viernes, 29 de julio de 2011

27 Jul 2011 Crowdsourcing y co-creación, la importancia del usuario como generador de valor.



Está claro que el deseo y, sobre todo, la posibilidad de participación de los usuarios en la web social ha modificado el cómo las empresas se relacionan con sus diferentes públicos.

Pero esa relación, en el camino hacia la empresa realmente abierta e integradora de plataformas sociales, adquiere su máximo exponente en el momento en que el usuario tiene la posibilidad de participar en la decisión, en la generación de contenido, en la co-creación de productos o el lanzamiento y prueba de los mismos, en la cadena de valor de la compañía, etc.
En una participación real que va mucho más allá del concurso en redes sociales o de la utilización de servicios de redes sociales, como pueden ser un reply en Twitter o un mensaje en el muro de Facebook de la empresa X. Se trata de un verdadero cambio de comportamiento y de filosofía de la empresa como ente social y verdadero motor hacia una economía abierta y sostenible.


Y cada vez son más las empresas, organismos e instituciones que deciden contar con sus públicos para hacerles partícipes de la cadena empleando el Crowdsourcing como la mejor herramienta hacia Open Innovation. Conocidos son los ejemplos de Dell Idea Storm, MyStarbucksIdea, Pepsi Refresh Project, Innocentive y quizá algunos no tan conocidos como:
Car Design Contest de Opel
Ideas For Unilever
SpreadShirt
The Ford Story
LEGO Design By Me
App my ride de Volkswagen
La ciudad de Nueva York
Open Planet Ideas de Sony


Incluso la Ciencia se beneficia de la naturaleza humana y la necesidad de colaboración, como recientemente ocurrió cuando científicos de todo el mundo se apoyaron en el software libre y la red para descifrar los secretos del brote “E.coli”, tal como informa Miguel Ángel Criado en Público. Iniciativas que van mucho más allá de ser impulsadas por marcas y que se convierten en ocasiones en verdaderos proyectos empresariales, como Kickstarter. También los encontramos relacionados con un sector en concreto como es el de la música, donde encontramos plataformas como MinimumNoise, Musikpitch, o la española Weplay.fm, que pronto verá la luz.


Uno de los mejores ejemplos es El Plan B de Carlos Jean, una iniciativa que estamos desarrollando desde Novaemusik junto a Ballantine’s y Optimedia, y que está significando un nuevo modelo en la creación de música gracias al crowdsourcing y el talento en distribuido en la Red. Un modelo en el que músicos desconocidos han subido más de 4.000 pistas a la plataforma con las que, hasta el momento, se han creado cuatro canciones y una de ellas (Lead the way) ha llegado a ser número 1 de 40 Principales, entre otros hitos para los que habría que escribir un post específico sobre ello.


Para aclarar el significado de “Crowdsourcing” os dejo este interesante vídeo:



Las empresas realmente innovadoras están al frente del desafío que supone hacer partícipes a sus clientes y públicos, y se han dado cuenta de que la colaboración con ellos es vital para mantener una ventaja competitiva. En esta cultura participativa los clientes quieren una relación con aquéllas marcas que les importan.


Así llegamos al concepto de la co-creación.

En este sentido, tal y como señala Jeffrey Grau, analista de eMarketer, “las empresas tienden a adoptar un enfoque de adentro hacia fuera de la co-creación , pero los que adoptan un enfoque de afuera hacia adentro, escuchando y observando a los clientes, están en condiciones de descubrir formas de crear valor mutuo”. Principalmente en la generación de ideas, tal como señala el estudio “How Brands Co-Create Value with Customers” elaborado recientemente por eMarketer.


Según este informe, muchas compañías tienden a restringir sus actividades de co-creación a momentos concretos del ciclo de vida de un producto o servicio, como pueden ser la creación, el lanzamiento o la mejora del producto. Cada acción significa una oportunidad para los usuarios de interrelacionarse y formar parte de la marca y una verdadera oportunidad para que la empresa construya comunidad y aumente la lealtad a su marca. En etapas posteriores que afectan más al modelo de negocio empresarial, las empresas pueden aprovechar el poder de la co-creación para ayudar a los clientes a hacer un mayor uso de sus productos o servicios.


Como bien señala Tíscar Lara en su blog “la apertura es algo más que herramientas y contenidos, es la cultura de lo digital y la cultura de compartir. En otras palabras, la cultura de las almas libres en términos de Joi Ito”. Una entrada en la que recomienda, y reitero esa recomendación, la descarga del libro “The power of open” (también en español), que conmemora los diez años de libre intercambio a través de licencias Creative Commons.


Queda mucho camino por recorrer y, sin duda, debemos recorrerlo juntos: “Las redes sociales son creativas y lo que crean no pertenece a ningún individuo y lo comparten todos sus miembros. Una red social es como un bosque comunal: todos nos beneficiamos de él, pero todos tenemos que asegurarnos de que siga estando sano y sea productivo”, del libro “Conectados“.



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